Gato Encerrado

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27 – 12 – 21

No tengo idea quién es Gabriel Sued, pero igual me meto en la tarde del domingo 26 en su artículo “Sin Macri no se puede”. El resurgimiento del expresidente y la consigna que lo guía hacia 2023. El día a día, maldita sea. Como tantas cosas o seres del cotidiano argentino desconozco a este periodista que trabaja para EldiarioAr, un medio seminuevo y sucursal, según parece, del EldiarioEs, publicación dizque de izquierda cuya sede se encuentra en Madrid. Algunos paisanos de por aquí (Toronto) lo recomiendan si no calurosa, sí tibiamente. Sued, pude averiguar (averiguar poco; recordar que es la tarde del domingo) trabajó para La Nación y fue finalista del premio de crónicas “La Voluntad” con una pieza sobre Andrés Larroque, que publicó la fina Revista Anfibia en 2014. Al Cuervo la nota no le habrá hecho ni medio de gracia.

Más que el escozor en almas sensibles por el tema del artículo de Sued – la vigencia de Mauricio Macri – una afirmación del autor me pareció precursora del apocalipsis o como proveniente siniestro de un relato fantástico: “Un dato coronó el resurgimiento político del expresidente: Primer Tiempo, el libro que publicó en marzo de este año, se consagró como el más vendido de 2021.” Imposible. ¿De dónde sacó este muchacho semejante extravío? Este domingo en que preferiría terminar las últimas tristes 15 páginas de Papá del prolífico Federico Jeanmaire, me pongo a buscar / chequear con susto y escasas ganas la lista de bestsellers del año en Argentina. Primer tiempo figura a la cabeza de la tabla solo en un informe del Grupo Ilhsa, que abarca a las librerías Yenny, Tematika y El Ateneo. El quizá sesgado informe fue replicado como ocurre habitualmente por medios varios, entre ellos, nuestro viejo y glorioso centenario Los Andes. Sesgado o no, que este libro encabece cualquier lista o informe es un dato más o menos objetivo, aunque resulte una afrenta para cualquier lector que se digne.

Con la amargura del dato iba a cerrar la corta tarde de este domingo invernal cuando María Rais, asidua lectora de mis reseñas, opinó que había gato encerrado con la lista. Argumentó con seguridad envidiable – y advirtió que no era la primera – que Macri se compró toda(s) la(s) edición(es) del libro porque en realidad, para continuar con las metáforas gatunas, ese mamotreto no lo compraba ni el gato. Así, en un país bajo una malaria económica persistente en que el pueblo no gasta en libros, no habrá sido muy difícil colocarse a la cabeza de cualquier lista con este método tramposo. Hay que recordar que esta lista fue confeccionada por Yenny-Tematika-El Ateneo y no por una de las inestimables librerías y/o editoriales independientes del país. Para corroborar sus opiniones María Rais recomendó artículos y libros del intelectual Rocco Carbone en los que discute los vínculos de la familia Macri con la ’Ndrangheta.

Vaya Dios a saber por qué el joven Sued omitió mencionar la autoría del informe de la lista de bestsellers que alude en su nota, que por otro lado ostenta neutralidad y resulta bastante informativa, si lo que se busca en el artículo es el desabrido pero letal plan de Macri para la Argentina.

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4 Responses

  1. Alfredo Saavedra

    Gracias Hugo, por el envío de, como siempre tu novedoso artículo, me lo terminé no obstante el desgano con que me ha dejado la fiesta navideña que me la pasé (que por las ya consabidas restricciones no hubo reunión familiar) en solitario, con solo dos, así como lo escribo, copas de un vino para señoritas, bebido echado en un sofá sin leer nada. De tu texto, incisivo como de costumbre, percibo que en esencia es para mantener en el baile de comparsas al ojos de gato de Macri, posiblemente el “gato encerrado” de tu historia. Demás, y por no ser de mi gusto, hacer un análisis literario de tu pieza post-navideña pero sí me llama la atención, la ofrecida al mencionado expresidente y su sabia, para los distribuidores, determinación de comprarse toda la edición del tal volumen, alto volumen de ejemplares útiles para servicio de escalera para alcanzar en una estantería libros, quizá de mejor alcance. Digo yo,
    pues.

    • admin

      Gracias Alfredo por tu comentario. Lo de “ojos de gato” me pareció magnífico.
      A Macri mis paisanos argentinos lo llaman “gato”, término del lunfardo carcelario que lo explica el siguiente enlace del diario La Nación (los que saben sostienen que este diario pertenece al mismo Macri): https://www.lanacion.com.ar/sociedad/de-donde-viene-y-que-significa-el-insulto-gato-nid2004576/
      Quizá haberlo llamado así fue políticamente incorrecto, pero en este caso me importa poco. Me sabrán disculpar el desliz.
      Yo también, por el virus, celebré en solitario. Eso sí: con tres vasos de vino. Abrazo mi querido amigo y lo mejor para el 2022.

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