Matices macristas
Se sospecha del sentido común porque las ideologías conservadoras lo usan para engañar desprevenidos de buena voluntad. Cuando se susurra al desgaire “sentido común” la desconfianza crítica lo homologa al pensar perezoso. Pero el sentido común gusta: es calentito, cómodo, tranquilo, sencillo y pacífico. No requiere experticia. Con solo mirar ya se lo tiene. De todos modos, es una lástima donárselo al inescrupuloso que se vale de su inherente candor para engrupir a la gente.